Si algo han dejado claro los conflictos internacionales de las últimas décadas, es que, pese a la retórica de los grandes principios, la política internacional sigue moviéndose de manera primordial por los intereses de Estado y la competencia geopolítica. Ejemplos de esto podemos observarlos en Libia, Siria, Irak y Afganistán, pero es especialmente evidente en el manejo político y mediático que han tenido dos conflictos aun activos, la Guerra de Ucrania y la Guerra Civil de Yemen, poniéndose todos los reflectores en la primera debido a la participación rusa, mientras que la segunda es constantemente relegada a una mera nota curiosa.
Irán, Israel, Rusia… y el despropósito
Mientras Irán es un desastre social internamente por las protestas surgidas por el maltrato a las mujeres y por la respuesta represiva de los ayatolas que ha alcanzado a miles de personas, cientos de muertos y encarcelados por los actos más nimios en cualquier lugar, como enviar a la cárcel a Mohammad y Astiag Haguigui, dos blogueros que se atrevieron a bailar en la calle durante 17 segundos, según el video subido a redes, también participa en el juego internacional.
Israel y la censura de “Farha” en Netflix*
Farha es una niña de 14 años que en la Palestina de 1948 observa el movimiento militar que desembocó en la creación del Estado de Israel. Es lo que deja ver la promoción de la película de la directora jordana Darin J. Sallam, de 2021. Exhibida en la plataforma de Netflix; sin embargo es imposible verla en México y en algunos otros países. Por razones inexplicables, no puede accederse a la película para conocer el relato de lo que los palestinos llaman la Nakba, cuando fueron desplazados de las casas, ciudades y territorios en los que vivían.
Navidad y la prolongación de la guerra en Ucrania*
La navidad se adelantó en Ucrania cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, obsequió al presidente Volodímir Zelenski en su visita a la Casa Blanca, el 21 de diciembre de 2022, un paquete armamentístico por mil 850 millones de dólares. Incluyó los preciados misiles Patriot, que el mandatario estadunidense considera ante todo defensivos y, por si este regalo no fuera suficiente, Nancy Pelosi ofreció de parte del Congreso 45 mil millones de dólares del presupuesto del año 2023 para que Ucrania siga haciendo la guerra. Según el presidente de Rusia, Vladimir Putin, no es el problema, porque calificó a los Patriot como un sistema muy viejo, que no funciona como el nuevo sistema ruso S-300. Y en respuesta a Biden expresó sarcásticamente que lo que él llamó su antídoto tiene también para Putin exclusivamente fines defensivos.
Qatar, futbol y dilema ético
Qatar está en la mira por ser la sede del Campeonato Mundial de Futbol. Será la primera vez que se llevará a cabo en un país del Medio Oriente y de mayoría musulmana. Su territorio se encuentra entre los más pequeños: 11 mil 500 kilómetros cuadrados donde viven 2 millones 500 mil habitantes, de los cuales solo 250 mil son qataríes. El porcentaje más alto de la población es de inmigrantes procedentes principalmente de India, Pakistán y Sri Lanka.
Una buena noticia y otras muy malas para Líbano
Resulta alentador escuchar la noticia del acuerdo alcanzado por Israel y Líbano para fijar sus fronteras marítimas, con la mediación de Amos Hochstein por parte de Estados Unidos. Después de 20 años, desde que en 2000 se supo de los yacimientos de hidrocarburos en el mar profundo en el Mediterráneo oriental, las autoridades de esos países finalmente reconocieron las líneas divisorias, tomando como referencia el prospecto de Cana, supuestamente con ricos yacimientos cuyas dimensiones aún se desconocen.
El incendio de Esmirna que cambió a Asia Menor*
La disputa por el mar Egeo entre Grecia y Turquía marca la agenda de la región por los problemas que encierra la delimitación de las aguas territoriales y del espacio aéreo en un archipiélago compuesto por una gran variedad de islas, muchas de ellas muy pequeñas, involucradas con los países costeros. Por lo demás, el uso de la plataforma continental y el asunto reciente de la explotación de hidrocarburos en el Mediterráneo Oriental ha involucrado a todos ellos.
La guerra de Estados Unidos y el último rey de Irak
El 11 de septiembre de hace 21 años el infierno cayó para demostrar que ningún país es invulnerable, así se tratara de la nación más poderosa del mundo. La arrogancia de Estados Unidos lo llevó a emprender en respuesta la venganza: bombardeó primero Afganistán, hizo una guerra despiadada contra Irak, siguió con Libia, luego Siria y hasta Yemen con el supuesto propósito de acabar con el terrorismo. Al calor de los acontecimientos, lo que se representó con el derribamiento de las Torres Gemelas y la muerte de miles de personas, justificó las acciones y los discursos estadunidenses, sobresaliendo la mentira en el caso de las armas de destrucción masiva en posesión de lrak. La guerra emprendida, sin embargo, excluyó a Arabia Saudita, algo extraño porque fue el país de procedencia de quienes sembraron la destrucción aquel aciago día.
Del retorno de los refugiados sirios
Desde que en 2011 estalló la guerra en Siria unos 12 millones de personas han abandonado el país y quienes se quedaron se enfrentan a situaciones tan deplorables y dolorosas que se ven obligados a desplazarse de sus barrios y localidades, tal como lo narra el escritos Jan Dost en su novela Un autobús verde a Alepo (2020): “La gente se arrastraba desde los barrios destruidos y desolados en grupos o de forma individual, buscando un transporte que los llevara a cualquier sitio. Lo importante para ellos era salir de sus barrios, que en los últimos días se habían transformado en un infierno, en busca de un lugar menos infernal, un lugar donde la muerte fuera menos costosa.”
El ballet de Macron con los países árabes
La política exterior de Francia ha atraído la atención por todas partes; muy recientemente dio su visto bueno al controvertido ingreso de Finlandia y Suecia a la OTAN, algo contrario a la idea de Putin de evitar que todos los países nórdicos estuvieran en la organización erigiendo un dique que él ve y, desde luego, merma sus influencias en la zona. El asunto no ha sido fácil porque la primera ministra socialdemócrata de Suecia, Magdalena Andersson, sostuvo que dicha alianza empeoraría la seguridad en la zona. Con las presiones europeas se fue deslizando hacia la aceptación de la posibilidad del ingreso cuando cambiaron los vientos y hasta los ciudadanos convocados a responder encuestas en los dos países se mostraron de acuerdo. Y para entender la complicada maniobra realizada por los países occidentales, ya Turquía había aceptado a Finlandia en dicha organización, condicionando su voto a que se le permita actuar contra sus enemigos kurdos que han encontrado refugio en ese país.